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Los Campus son para el verano

Quim Valle - Agosto 2015

Iniciemos pues la andadura con un tema apropiado para las fechas veraniegas: los Campus de baloncesto.

 

La idea ha surgido después de escuchar una frase por parte de un entrenador, al que aprecio y admiro, pero del que difiero totalmente de su opinión en este caso. La frase en cuestión venía a decir que “hay Campus de verano que parecen una reunión de amigos para pasar el rato con los jugadores/as”. Y no es un hecho aislado. ¿Cuántos entrenadores tienen la creencia que hay Campus “buenos y malos”? Yo he vivido (y todavía los sigo haciendo) alguno de esos Campus “malos” y os puedo asegurar que los participantes trabajan y trabajan bien. Cosas más sencillas, pero muy provechosas para su nivel. Todo esto, en un ambiente muy similar al de cualquier Campus.  

 

Me vienen a la cabeza algunas cuestiones: ¿Os imagináis que solo hubiera Campus de “Elite”? ¿Qué pasaría entonces con los jugadores que por nivel u otros motivos (p.ej. económicos) no tuvieran otra opción? Y en la situación opuesta ¿Qué pasaría si nada más existiera la posibilidad de los Campus sociales? ¿Qué ocurriría con la ilusión de muchos jugadores/as que sueñan con llegar al máximo nivel?

 

Partiendo de mi criterio, afirmo con rotundidad que todos los Campus son lícitos y necesarios. 

 

Desde los de “Elite” hasta los mal llamados “reuniones de amigos” cumplen dos funciones: una social y una deportiva. En ocasiones van entremezcladas a partes iguales; en otras, cualquiera de las dos puede prevalecer sobre la otra. Siempre en función del objetivo que los técnicos NOS hayamos marcado y, ese objetivo, no debe ir más allá de la fecha en que finaliza el Campus. De otra manera, los de “Elite” perderían su razón de ser porqué… ¿Cuántos jugadores/as llegaran al profesionalismo? Siendo muy benevolente, tan solo un 1 entre mil “llegará” a la situación de vivir del y para baloncesto. Entonces ¿estamos enfocando correctamente el objetivo? 

 

Todos los Campus deben servir para trabajar con los jugadores/as el incremento, principalmente, de aspectos técnicos; siempre partiendo de la base de su nivel actual. Pero aprovechemos, también, para incentivar la puesta en práctica de los valores que lleva implícitos cualquier deporte (en este caso, el baloncesto). A mí, no me cabe la menor duda que ese trabajo de mejora continua en valores dejará huella en el 100% de los jugadores/as y les servirá para afrontar la competición más difícil: LA VIDA.

 

Esos valores que son… un tema que “da para mucho” y que merecen un capítulo aparte.

 

Así que, ¡hasta la próxima y gracias por vuestro tiempo!    

"Cada opinión expresada tiene como base mi experiencia y la visión de los temas que me ha proporcionado. Para resumir puedo decir que son “MI verdad” y, en ningún caso, “LA verdad”; ya que puede coincidir, o no, con la vuestra."

                                                                                                  Quim Valle

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