
True Detective
OCHO PREGUNTAS CON RESPUESTA (spoilers)
1. ¿DE QUÉ TRATA LA SERIE?
True Detective (HBO, 2014) es la historia de dos policías de homicidios del estado de Louisiana, Martin Hart (Woody Harrelson) y Rustin Cohle (Matthew MacConaughey), que investigan el asesinato de Dora Lane, una joven hallada muerta en macabras condiciones. El caso y sus complejas ramificaciones se alargan durante más de 17 años, tiempo durante el cual se desgrana paso a paso quiénes son realmente Marty y Rust, cómo se desarrolla la relación entre ellos, y de qué manera tan radical se ven afectadas sus vidas a raíz de la tortuosa investigación.
NIC PIZZOLATTO
Creador y único guionista de la serie, también participa como productor ejecutivo. Es autor del libro de relatos Between Here and the Yellow Sea, y de la novela negra Galveston (2010), con la que obtuvo el reconocimiento de la academia francesa como mejor primera novela de autor extranjero. En 2011 salta a la televisión escribiendo el guión de dos episodios de The Killing, y posteriormente recibe el ok de la HBO para escribir, producir y supervisar True Detective.

2. ¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES?

CARY JOJI FUKUNAGA
Director y productor ejecutivo. Ha dirigido dos largometrajes – Sin nombre (2009), producido por Gael García Bernal, y Jane Eyre (2011), adaptación de la novela de Charlotte Brontë – y diversos cortometrajes. Actualmente trabaja en dos proyectos más: Beasts of no Nation, protagonizada por Idris Elba (mítico Stringer Bell en The Wire) y It, adaptación del bestseller de Stephen King.


WOODY HARRELSON
Actor protagonista y productor ejecutivo. Cuenta con una dilatada trayectoria cinematográfica, donde destacan títulos como Natural Born Killers (Oliver Stone, 1994), The people vs Larry Flynt (Milos Forman, 1996), No Country for Old Man (Ethan y Joel Cohen, 2007), Zombieland (Ruben Fleischer, 2009) o The Hunger Games (Gary Ross, 2012). También ha trabajado en televisión, en series como Cheers (protagonista en 200 capítulos entre 1985 y 1993), Will y Grace (7 capítulos en 2001) y actualmente True Detective.
MATTHEW MCCONAUGHEY
Actor protagonista y productor ejecutivo. Su carrera cinematográfica es muy irregular, pero en los últimos años su nivel interpretativo roza la proeza constante. Siempre criticado por la propia profesión, sus dos últimos trabajos (Dallas Buyers Club, por el que recibió el Óscar al mejor actor, y la serie True Detective) le han asegurado el respeto y la admiración de sus colegas. En noviembre de este año estrena Interstellar, la última y esperada creación de Christopher Nolan.

HBO ENTERTAINMENT
Acrónimo de Home Box Office, canal de televisión por cable y satélite propiedad de Time Warner, con alrededor de 30 millones de suscriptores sólo en EEUU. Destaca la producción propia de películas y, sobretodo, series para televisión. Algunos de los títulos producidos por el canal se han convertido en clásicos indiscutibles, como The Soprano, The Wire, Sex and The City, Games of Thrones y ahora True Detective.
3. ¿POR QUÉ TIENE TANTO ÉXITO?
Son muchos los factores que hacen de una de las series más interesantes y llamativas de la historia actual de la televisión:
- El guión en solitario de Nic Pizzolatto le confiere una solidez y coherencia brillantes, dentro del laberinto de caminos y referencias que vertebran la serie. La estructura temporal, el desarrollo psicológico de los personajes, el subtexto filosófico y literario, el contexto social y cultural, así como las rimas internas y los dobles significados, todo ello se mantiene acorde, desde el primer episodio hasta el último, gracias al pulso firme del autor, que no dudó en reescribir el guión por enésima vez hasta que logró adaptarlo incluso al tono de voz y la forma de hablar de Harrelson y MacConaughey.
- El trabajo en la dirección de Cary Joji Fukunaga fusiona la historia y sus personajes con el talento creativo de todo el equipo técnico: iluminación, sonido, montaje, banda sonora, dirección de actores, encuadres, escalas y movimientos de cámara, todo empuja en una misma dirección. Sin grandes estridencias, Fukunaga mantiene un sello personal aguerrido, descarnado, oscuro e hipnótico, que tiene su clímax en el célebre plano secuencia que pone fin al cuarto episodio de la serie.
True Detective es un thriller psicológico construido en torno a las vidas de sus dos protagonistas y bajo el influjo del sur de Louisiana, zona de bosques, pantanos, miseria económica y social y marcada espiritualidad religiosa.

- Las interpretaciones de Harrelson y MacConaughey rozan la perfección y traspasan la pantalla para llegar a lo más profundo del espectador. El pasado de los personajes, la tensión siempre presente entre ellos, así como la curva evolutiva de cada uno, todo está trabajado hasta la extenuación por estos dos monstruos en estado de gracia. En el caso de Matthew MacConaughey, recientemente oscarizado por su trabajo en Dallas Buyers Club, el resultado de su composición del detective Rustin Cohle es sencillamente portentosa y transmite un magnetismo propio de los más grandes de la profesión. No en vano, para preparar su interpretación el actor llegó a escribir por su cuenta más de cuatrocientas páginas desarrollando el pasado y la vida del gran Rust.
- El elaborado trasfondo sociocultural y filosófico sumerge en un baño de gravedad y profundidad toda la trama argumental y sus personajes. True Detective no deja de ser un extraordinario entretenimiento pero, al mismo tiempo, se permite reflexionar de forma directa sobre el tiempo, la existencia, la identidad, el individuo, la comunidad, la religión o la muerte, a través de los personajes, el entorno y los hechos que se relatan.
- El clásico e infalible coctel de sexo, violencia, alcohol, drogas, morbo y perversión que acompaña todos y cada uno de los capítulos de la primera temporada, perpetrado además con la colaboración de un extensísimo casting de secundarios con presencia y enorme calidad.

4. ¿QUIÉN ES MARTIN HART?
Martin Eric Hart es un detective de Louisiana que goza de buena reputación y reconocimiento entre sus colegas de profesión. Casado y con dos hijas, perfectamente adaptado a su entorno social y cultural, Marty no es un genio en homicidios, pero sí una persona de confianza para sus superiores. El caso de Dora Lange supera a Marty completamente, que no es capaz de reaccionar ni pensar como un auténtico detective. Actúa por rutina siguiendo los mismos pasos que en cualquier otra situación, pero la realidad del asesinato requiere otra forma de afrontarlo. Y ahí es donde la conexión con Rust se hace necesaria, pues sin él Marty no sabe cómo avanzar.
Pero no es el caso directamente lo que va a marcar su vida, sino que será su forma de ser y comportarse con los suyos lo que hará saltar por los aires su núcleo familiar. Incapaz de prestar atención y dar el cariño necesario a su mujer e hijas, Marty deambula por la vida anclado en sus estrechos puntos de vista y enganchado al alcohol y los líos de faldas, exteriorizando una moral ruda e interesada, la misma que impera en su entorno. Muy interesante al respecto resulta la escena en la que apaliza, con el consentimiento del celador del calabozo, a los jóvenes que estuvieron con su hija mayor. Marty no logra estar nunca a la altura, y compensa su incompetencia de la única forma que sabe. Como bien explica él mismo en una de las conversaciones con los detectives que revisan el caso, el síndrome del detective consiste en no ver que la explicación de todo está delante de sus ojos, y atender sólo al resto de circunstancias que rodean la evidencia. Y así es como define su propia vida, gracias a la perspectiva del tiempo y el dolor de la ruptura familiar.
5. ¿QUIÉN ES RUSTIN COHLE?
Natural de Texas, Rustin Spencer Cohle es el detective compañero de Marty y su completo opuesto como persona y como policía. La estrechez provinciana de Hart se compensa con la exuberancia física e intelectual de Rust, un hombre con un pasado tortuoso, tanto a nivel personal como profesional, que ha forjado un carácter y una naturaleza totalmente autónoma e incontrolable incluso por sus propios superiores.
Cuando Rust pisa la escena del crimen de Erath, inmediatamente sabe que no se enfrenta a un caso como los demás, sino que ante sus ojos se muestra la obra de un meta-psicótico, un asesino que proclama a los cuatro vientos su universo fetichista e iconográfico, y que no lo hace por primera ni última vez. Desde el principio y hasta el séptimo capítulo de la serie, nadie más en toda Louisiana tiene una idea acertada de a qué se están enfrentando, a excepción del detective Cohle, que con su talento natural para la investigación y el interrogatorio consigue encarar el caso de forma acertada. Pero el departamento de policía no está por la labor de escuchar lo que Cohle tiene que contar, y eso arrastra al personaje al límite de su capacidad física y mental para hacer frente a lo que los demás no pueden ni quieren ver.
6. ¿ CUÁLES SON LAS REFERENCIAS CULTURALES PRESENTES EN LA SERIE?
- Referencias autóctonas.
True Detective está impregnada de principio a fin por todo el entorno social y cultural del sur de Louisiana, donde por encima de cualquier cosa destaca la espiritualidad religiosa y la tendencia al gregarismo de sus habitantes. Las casas, fábricas y propiedades que se extienden por la zona pantanosa y rural muestran la pobreza y humildad de la población, completamente indefensa ante los actos de extrema crueldad y fanatismo que se disfrazan de misterios y desapariciones sin explicación aparente. La naturaleza humana se pudre a orillas de unos pantanos que mantienen el mito y el miedo como formas de vida.
Junto a esta idea, aparece también la versión moral de la clase acomodada de la zona, representada perfectamente por el núcleo familiar de Martin Hart. El ejemplo más esclarecedor de la estrechez vital proviene de los problemas que Marty y su mujer tienen con Audrey, su hija mayor. Los dibujos con contenido sexual de la niña despiertan los miedos e inseguridades de sus padres, que no dudan en calificarlos como algo feo que molesta a la gente, sin plantearse en ningún momento la posibilidad de entender la situación, ni mucho menos ayudar a que Audrey también la entienda.
7. ¿CUÁL ES EL MEJOR CAPÍTULO DE LOS OCHO?
Difícil cuestión ésta. Los ocho de principio a fin mantienen un nivel altísimo. Todos ellos son imprescindibles, no se puede entender ni disfrutar el desarrollo de la serie con la ausencia de cualquiera de sus capítulos. Esta fuerte y estudiada estructura hace que el mayor peso creativo recaiga sobre el capítulo 1º, 4º, 5º y 8º. Inicio, mitad y final de la serie, los pilares fundamentales de toda ficción que se precie.
8. ¿CÓMO SERÁ LA SEGUNDA TEMPORADA?
Diferente, eso es lo único que se sabe con certeza.
La intención de Pizzolatto es cambiar la investigación, localizaciones, protagonistas y sucesos en cada temporada, aunque queda dentro de lo factible que se crucen referencias y personajes a medida que vayan avanzando los capítulos y el resto de temporadas, hecho que cuadraría muy bien con el universo filosófico (eterno retorno nietzscheano) anteriormente mencionado.
Uno de los nombres que empiezan a sonar para dar forma a lo que está por venir es nada más y nada menos que el de Brad Pitt, actor que ya ha colaborado con HBO en la producción de y que supondría un relevo perfecto para el sensacional trabajo desplegado por sus colegas Woody Harrelson y Matthew McConaughey. No será fácil encontrar un hueco en su agenda, pero la cadena ya ha mostrado su interés, y los fans y seguidores de la serie incrementamos más si cabe la ilusión y la impaciencia por disfrutar nuevamente de esta magistral obra maestra de la televisión contemporánea.
Al final de su periplo autodestructivo, el brusco e irreversible detonante de su separación implica directamente a su compañero Rustin Cohle y pone fin a una relación profesional y personal de siete años. Al poco tiempo, Martin Hart deja de ser el detective bien considerado y con proyección para responsabilidades mayores, y pasa a ser, por decisión propia, detective privado encargado de problemas mucho menos “emocionantes”. Ese giro en su vida es su primer paso para superar el síndrome del detective, cuando por fin una evidencia (dentro de un microondas) le hace tomar una decisión acertada por auténtica: él no está hecho para eso.
El segundo y definitivo paso para superarlo lo da en 2012, recuperando la amistad con Cohle y apoyándolo más que nunca y hasta el final en la investigación. La evidencia vuelve a estar delante de sus ojos, y por fin Marty consigue verla y tomar el único camino que puede aportarle algo a su vida.
Sin embargo, el fuerte conflicto personal entre Marty y Rust provoca su renuncia del cuerpo de policía y su consiguiente desaparición del mapa durante toda una década. Diez años de exilio bañados en alcohol, drogas y profunda meditación, que lo llevan finalmente a no ser capaz de mirar hacia otro lado y regresar para cerrar el círculo abierto en 1995 con el asesinato de Dora Lange. Y es con su regreso que Marty logra superar su particular síndrome del detective y juntos se enfrentan a lo que ambos empezaron diecisiete años atrás.
- Referencias televisivas.
Resulta inevitable pensar en Twin Peaks (David Lynch y Mark Frost, 1990), obra maestra de la televisión que guarda importantes similitudes con True Detective. Sin embargo, la serie sobre el asesinato de Laura Palmer toma el camino del género fantástico, mientras que la obra de Pizzolatto, aún rural y onírica como Twin Peaks, jamás abandona los parámetros del realismo y la causalidad racional.
- Referencias filosóficas.
La más evidente es para Friedrich Nietzsche. La consideración del tiempo como un círculo plano que condena al ser humano a vivir una y otra vez las mismas cosas enlaza directamente con el eterno retorno nietzscheano, igual que el planteamiento existencialmente nihilista del detective Cohle. A su vez, el propio Rust se define a sí mismo como filosóficamente pesimista, gesto que lo emparenta con las teorías del oscuro Emil Cioran, autor de desgarradores ensayos como Del inconveniente de haber nacido o La tentación de existir.
- Referencias literarias.
Tres nombres propios aparecen citados directa o indirectamente en la serie: Thomas Ligotti, Robert W. Chambers y H.P. Lovecraft, representantes de la literatura del horror cósmico y filosófico. De ellos emana gran parte del lúgubre y gótico imaginario que salpica True Detective, desde The Yellow King hasta las profecías de Carcosa.
- El primer capítulo es mejor cuantas más veces lo ves. Pizzolatto no miente cuando afirma que todas las preguntas y todas las respuestas se encuentran ya en él: los personajes en presente y pasado, la relación que se establece entre ellos (memorable que Marty invite a Rust a cenar con su familia en plena escena del crimen de Dora Lange), el crimen en sí y sus ramificaciones, y buena parte del contenido social, religioso y filosófico que va a sostener las idas y venidas de toda la serie. Una hipnótica y compleja síntesis de todas las caras de la historia.
- El cuarto y quinto capítulos son muy distintos entre sí y, al mismo tiempo, funcionan como una engrasada bisagra que le da a la segunda parte de la serie un nuevo enfoque y dimensión. Los elementos clave son el cambio de identidad de Rust para organizar el secuestro del motero en el cuarto episodio, y la resolución del encuentro con Reggie y Dewall Ledoux del quinto, elementos que hacen avanzar la historia en el mismo sentido pero con una nueva orientación. Revelar las divergencias entre la historia real y lo que los detectives cuentan diecisiete años después deja la segunda parte de la serie bajo un nuevo enfoque, sin perder un ápice de la coherencia inicial.
- El octavo y último capítulo soporta una presión especial porque todos los seguidores llegan a él ávidos de una inolvidable resolución. Pero True Detective no toma ese camino, sino que prefiere mantenerse fiel a sí misma hasta el final, para culminar el proceso cediendo, desde el inicio del capítulo, gran parte del protagonismo al propio asesino de Dora Lange. La serie no juega en ningún momento a que el espectador tenga dudas sobre quién es el asesino, y mucho menos amenaza con guardar grandes sorpresas finales. El gigantesco hombre de cicatrices en la cara y su dantesco universo son todo lo que vemos en el cierre de la temporada. El octavo capítulo de True Detective sencillamente inserta a Cohle y Hart en el laberinto final para dar caza al monstruo de la historia. Con mayor o menor pericia dramática en la resolución, el círculo queda perfectamente cerrado sin traicionar el planteamiento y la coherencia mantenidos durante los ocho capítulos.



